Ahora mismo el acceso a la información es tan grande que casi podríamos decir que no hay límites. Si hablamos de crecimiento personal, psicología etc. que es el tema del que trata este blog, la oferta es infinita. Podemos encontrar todo tipo de charlas, libros, consejos y materiales casi sin esfuerzo en muy pocos clics. Y por supuesto de muchísimas otros temas que nada tienen que ver. Quizá lo complicado sea encontrar aquello que encaja a la perfección con lo que tu necesitas, que no siempre coincide con lo que estas buscando. O encontrar aquello que es 100% para ti.
Uno de los grandes riesgos en psicología, crecimiento personal etc. es el exceso de información. Tenemos tanta información y tantos conceptos complejos y contradictorios que si leemos mucho, terminamos volviéndonos locos. Confundiendo, malinterpretando y engañándonos a nosotros mismos.
La única manera de avanzar en crecimiento personal y psicología es practicando.
Es necesario integrar y asimilar todos los consejos que se explican de forma teórica, con su práctica correspondiente. Esta claro que hay disciplinas más prácticas que otras. En las disciplinas en las que aparentemente hay poca práctica, es el terapeuta el que aplica sus técnicas para sanar al paciente.
Sin embargo en Mindfulness se trata de una práctica diaria, tanto en las clases particulares, cómo en las grupales. En la clase presencial, que puede ser una o dos horas a la semana, el terapeuta o maestro, dependiendo de la disciplina, te guía y te da las pautas, soluciona dudas y te da clases teóricas breves.
En el Espacio de Ángela, cuestionamos pensamientos, ponemos nombre a las emociones y las sentimos sin oponerles resistencia. Practicamos y nos ocupamos de todo aquello que no te hace sentir bien, con ejercicios y herramientas diseñadas, para que se vayan dando esos cambios cognitivos e incluso revisamos la conducta ¡¿porqué no?! Para que los cambios sean significativos y duraderos en la medida de lo posible.
La psicología sin practica no vale para nada, se queda en palabras inocuas que se las lleva el viento… Me quedo dandole vueltas en la cabeza, por ejemplo, a la teoría del espejo. De esta teoría de la que por cierto escribí hace un tiempo un artículo muy interesante. Empiezo a darle vueltas a la idea en mi cabeza, hasta que comienza a volverse un amasijo de pensamientos muy difícil de aterrizar. La teoría del espejo para realmente poder entenderla hay que llevarla a la práctica y hay que hacerlo bien. Con diferentes dinámicas y ejercicios que después de un tiempo te lo demuestran y de repente un día. Ta ta chan¡¡ Como por arte de magia tu cuerpo lo integra y cobra sentido.
Si eso es, tu cuerpo, has entendido bien. El trabajo consiste en que el cuerpo integre todo aquello que mi cabeza teoriza o parece que entiende. Desde la cabeza es muy difícil hacer cambios de verdad, porque el pensamiento es completamente variable e inexacto.