¿Sabes cómo la aversión empeora tu malestar emocional?

Hoy, tal y como te adelanté el mes pasado voy a hablarte de esta emoción tan compleja que es la aversión. La aversión es una emoción que por desgracia interviene de forma muy negativa en la mayoría de las patologías, emocionales o no, empeorando sus síntomas.

A grandes rasgos y en términos técnicos, vamos a decir que la aversión es una emoción primaria. Con esto lo que queremos decir, es que es un estado afectivo complejo y automático que no controlamos, que nos ayuda a adaptarnos al medio, ya que favorece nuestro mecanismo de reacción a diferentes estímulos.

Entonces… ¿Por qué si es una emoción primaria que favorece nuestra reacción a diferentes estímulos que pueden ser un peligro para nosotros, puede intervenir negativamente en nuestro bienestar emocional?

Primero vamos a entender bien que la aversión es una emoción que nos genera rechazo, o incluso odio frente a lo que tenemos frente a nosotros. En general, lo que esconde esta emoción es el miedo o el pánico que nos da lo que tenemos delante. Esto puede derivar a largo plazo en una fobia.

Así que podemos entender la aversión como una resistencia o una objeción.

Podemos experimentar aversión por ejemplo al escuchar palabrotas y ponernos de muy mal humor al oír palabras malsonantes. También podemos reaccionar de forma muy intransigente al sentir una emoción negativa o tener un pensamiento que no nos gusta.

Lo primero que hacemos cuando surge un estímulo que nos produce aversión es distanciarnos, ya sea una cosa, una situación, o una persona, también lo hacemos con los pensamientos y los sentimientos.

Como la aversión interviene negativamente en tu bienestar emocional

Es difícil distanciarse de algo que se produce en nuestro inconsciente o que viene de nosotros mismos. Por lo que se produce un conflicto interno que lo único que hace es empeorar nuestro estado emocional.

También hemos de tener en cuenta que cuando nos distanciamos de forma automática de cosas o personas que nos producen aversión, sí lo hacemos de seres vivos, también, pueden darse consecuencias de diferentes gravedades, que no siempre dependen de nosotros.

Por ejemplo sí comemos un alimento que nos produce aversión. Ese rechazo seguramente va a llevarnos a expulsar el alimento del organismo. Del mismo modo que si nos encontramos a una fiera peligrosa en la Sabana vamos a salir corriendo a toda prisa sin mirar atrás. En estos casos estaremos protegiendo nuestra vida y nuestra salud sin ninguna duda. Sin embargo cuando reaccionamos con aversión y rechazo ante nuestro propio dolor, normalmente este crece y se vuelve más grande y doloroso.

En Mindfulness prestamos mucha atención a la aversión que sientes por todo aquello que ocurre dentro de ti, que no te gusta y la trabajamos. La aceptación es el pilar más importante de Mindfulness y de otras terapias de tercera generación. Una de las frases más importantes que tienes que tener en cuenta a partir de ahora es; que «si no lo quieres lo tendrás».

En el siguiente post voy a hacerte un regalito, un ejercicio para que puedas identificar la aversión y veas cómo interviene en tu malestar emocional. ¿Lo quieres? Pues entonces estate atento. Ya te habrás dado cuenta que los artículos salen publicados los 22 de cada mes¡¡

¡Hasta pronto!