¿Por Qué Siento Ansiedad Sin Ningún Motivo?

En realidad nuestras emociones cómo te adelantaba en el post anterior siempre tienen algún motivo. Lo que ocurre es que el motivo principal de nuestras emociones no siempre son acontecimientos reales sino pensamientos.

Nuestro cerebro no diferencia un peligro real de uno imaginario, los pensamientos suceden en nuestra mente sin que realmente tengamos control sobre ellos. Una de las características principales de un trastorno de ansiedad es que tenemos la sensación de que la ansiedad aparece sin ningún motivo y en realidad lo que está ocurriendo es que nuestra mente está todo el tiempo adelantándose a los acontecimientos y dándole muchas vueltas o todo sin que nosotros seamos del todo conscientes de ello.

En muchas ocasiones cuando trabajo con un cliente en consulta e indagamos en esa emoción siempre encontramos un suceso o sucesos que está provocando esos pensamientos intrusivos que generan esa ansiedad que aparentemente no tiene justificación, las emociones siempre la tienen.

Los pensamientos generan emociones y las cosas que nos suceden generan pensamientos que nos provocan emociones.

En ocasiones no suceden acontecimientos, sólo surgen pensamientos, porque nuestra mente no para de generar pensamientos, si no practicamos meditación o alguna terapia en la que seamos conscientes de que nosotros no somos nuestros pensamientos, solemos dejarnos atrapar por ellos y las emociones negativas se apoderan de nosotros sin que podamos hacer demasiado para remediarlo.

Por Qué Siento Ansiedad Sin Ningún Motivo

La ansiedad y la depresión son trastornos que se caracterizan por un círculo vicioso de pensamientos negativos. La depresión por pensamientos sobre mi pasado, aquello que hice mal, lo que perdí, lo torpe que fui, lo mal que lo hice etc. y la ansiedad por el miedo al futuro, la entrevista de trabajo no me saldrá bien, la cita será un desastre, no conseguiré salir adelante, todo va a salir mal y a veces puede ser una mezcla de las dos.

Ser consciente de que mi ansiedad siempre tiene un motivo, es la clave para gestionarla de la mejor manera. Si me levanto de la cama ansiosa, lo natural es pensar que no sucede nada, ya que estaba durmiendo, para empezar a indagar yo siempre te recomiendo que pienses en lo que ha ocurrido el día anterior, en las cosas que te han preocupado, en pequeños sucesos que aunque puedan parecer insignificantes que te hayan podido causar un poco de malestar o rumiación. Si sigues sin encontrar nada sigue repasando la semana, tranquilamente sin preocupación, sin prisa.

La ansiedad es una emoción que aparece para avisarme de un peligro, me pone en alerta, es algo que mi mente advierte cómo una amenaza (no quiere decir que lo sea). Si tienes un trastorno de ansiedad puede ser cualquier cosa, un comentario fuera de lugar de tu jefe en el que pueda parecer que tu trabajo peligra, un compañero trepa etc. Una vez que has localizado aquello que desencadena tu ansiedad, el siguiente paso es respirar profundo y cerciorarte de si es real o solo es un pensamiento.

A veces la ansiedad la produce una sensación corporal y es el cuerpo el que activa todas las alarmas sin que tu puedas saber qué está pasando. Por ejemplo quizá hayas experimentado estar en un lugar cerrado donde había poca luz y hacía mucho calor, puede incluso que te esté faltando el aire y empiezas a experimentar todos los síntomas de una crisis de ansiedad, temblores, palpitaciones, extremidades que se duermen etc. Esto sucede porque la parte de tu cerebro encargada de la supervivencia cree que tu vida peligra y activa todas las alarmas para que salgas pitando de ese lugar.

La reacción más común es asustarnos, reaccionar mal y ponernos peor, sobre todo si los síntomas son fuertes. En realidad la reacción más sana es hacer caso a la advertencia de la emoción intentar respirar todo lo profundo que puedas, cerciorarte de que no estás en peligro de muerte y salir de ese lugar lo antes posible con tranquilidad.

Por Qué Siento Ansiedad Sin Ningún Motivo

Los síntomas irán desapareciendo paulatinamente a medida que el cuerpo se vaya regulando y se sienta completamente a salvo.

La reacción más común es asustarnos, reaccionar mal y ponernos peor, sobre todo si los síntomas son fuertes. En realidad la reacción más sana es hacer caso a la advertencia de la emoción intentar respirar todo lo profundo que puedas, cerciorarte de que no estás en peligro de muerte y salir de ese lugar lo antes posible con tranquilidad. Los síntomas irán desapareciendo paulatinamente a medida que el cuerpo se vaya regulando y se sienta completamente a salvo.

Las emociones negativas tienen una funcionalidad y son nuestras aliadas si las conocemos y sabemos su para qué.

Quizá a modo de conclusión te diría que las emociones negativas empeoran y se agrandan a causa de nuestros pensamientos y resistencia. Cuándo sentimos mucha ansiedad o tenemos depresión, tomar medicación es muy fácil y me quita de un plumazo tener que lidiar con toda esta sintomatología.

Es importante tener en cuenta que con la medicación me pierdo la oportunidad de indagar y aprender mucho más sobre mis límites mis miedos y no me permito tener herramientas para gestionar prácticamente todas las emociones negativas. Con mindfulness e inteligencia emocional se aprende a gestionar las recaídas y a manejar estas emociones difíciles sin resistencia.

La medicación en momentos clave puede ser una gran aliada, a largo plazo no nos ayuda a atajar el problema de raíz por qué no nos aporta el conocimiento profundo sobre el funcionamiento de la mente.

Así que si te interesa seguir aprendiendo cositas sobre emociones en el siguiente post voy a hablarte de la facilidad que tenemos para confundir las emociones y cómo podemos mejorar esta habilidad. Voy a hacer hincapié en la ira, el enfado y la rabia que aunque parecen iguales son distintas y su funcionalidad también lo es. Si las entendemos y las manejamos bien podemos gestionar las situaciones que las provocan mucho mejor.

Un abrazo y hasta pronto¡