La empatía y la asertividad son 2 ingredientes imprescindibles en nuestras vidas para relacionarnos mejor con los demás y sentirnos más felices.
Tanto la empatía como la asertividad son habilidades emocionales muy diferentes, en realidad no tienen parecido entre sí. La empatía consiste en darse cuenta de los sentimientos, pensamientos y actitudes de los demás. Sin que la persona nos haya dejado claro, lo que siente o lo que piensa. La empatía es fundamental para entablar relaciones en las que se comprende de forma implícita al otro, ayudándole desde la comprensión. Esta habilidad puede ser muy importante tanto si tienes una profesión de ayuda o simplemente quieres mejorar tus relaciones con los demás.
Por el contrario ser asertivo es ser claro y expresar tus necesidades y sentimientos al otro sin ser agresivo o violento. Expresando las necesidades con claridad y poniendo límites saludables sin caer en el victimismo o la culpa.
Pese a ser dos ingredientes diferentes son imprescindibles en las relaciones sociales y complementarios entre sí.
En este post quiero hablarte de estas dos habilidades sociales ya que he visto lo importante que son tanto en mi vida personal cómo en la de mis clientes. Todos entendemos de forma general que es la empatía, es muy probable que aparezca en nuestra conversaciones y que nos refiramos a los demás cómo poco empáticos, muy empáticos y cosas similares.
¿ Realmente sabemos a ciencia cierta que es la empatía y si nosotros lo somos en realidad? Lo increíble es que cuándo te pones a indagar sobre empatía te das cuenta de la complejidad , ya que existen diferentes tipos de empatía, a continuación te hago un resumen de los diferentes tipos:
1. Empatía cognitiva:
Consiste en identificar el estado mental de nuestro interlocutor. A partir de los testimonios, las confesiones y las cosas que nos explica, teniendo en cuenta además sus gestos y muecas. De esta manera nos llevamos una impresión inicial que puede ser útil a la hora de sacar conclusiones e incluso de tomar iniciativas (negociaciones, peticiones etc.) Este tipo de empatía no implica que exista una relación personal e intima, simplemente nos ayuda a reconocer las experiencias internas y motivaciones del otro.
Este tipo de empatía es muy útil, nos ayuda en los negocios y en las relaciones de tipo profesional, además de las relaciones sencillas del día, día, el trato con personas y entidades públicas o privadas, médicos, vendedores etc. Nos permite identificar las necesidades, expectativas o deseos sin implicaciones emocionales.
2. Empatía emocional:
Este tipo de empatía necesita de la empatía cognitiva en primer lugar, que nos demos cuenta de la experiencia ajena. Esta empatía nos proporciona la capacidad de ser sensibles a lo que sienten los demás. Estro es fundamental a la hora de responder adecuadamente en la intimidad con los más cercanos.
Es importante recalcar que la empatía emocional no es lo mismo que el contagio emocional si no más bien se basa en la capacidad de sumergirnos en el mundo del otro sin acabar engullidos por él. Siendo consciente de la diferencia entre sus emociones y las tuyas.
3. Simpatía o preocupación empática
Ser simpático podría ser traducido como el acto de sentirse igual que el otro. Consiste en preocuparse por la experiencia ajena a consecuencia de identificarla e incluso sentirla en la propia piel.
Puede decirse que puedes ser empático pero no simpático. Puedes ser muy empático pero no simpatizar con el otro. Cuándo eres simpático actúas de forma altruista en la ayuda de los demás, eres amable y haces cosas por los demás de forma espontánea y desinteresada.
4. Ecpatía
Mientras la empatía requiere que nos pongamos en el lugar del otro, la ecpatía requiere que nos pongamos en nuestro propio lugar. Estas dos cualidades son necesarias ya que un exceso de empatía puede provocar que nos dejemos manipular o que nos sintamos sobrepasados por los estados emocionales de los demás.
La ecpatía es una capacidad que impide que las emociones ajenas nos arrastren y nos permite ponernos en nuestro lugar, para sentir nuestra propias emociones.
En este punto es cuando la asertividad se convierte en una cualidad complementaria a la empatía ya que es necesario que seamos asertivos para desarrollar la ecpatía. El bienestar de los demás es importante pero nuestro propio bienestar lo es aún más. Para poder ser compasivos con los demás primero tenemos que ser compasivos con nosotros mismos, y cargarnos de estados emocionales ajenos y preocupaciones es algo negativo para nuestra salud emocional.
¿Es posible que te has sentido identificado con algunos de estos puntos? ¿Ya sabes que tipo de empatía tienes más desarrollada? ¿Cual consideras que es tu nivel de empatía?
Así que para terminar te lanzo la siguiente pregunta (que va a ser el tema de mi siguiente post) ¿Que es lo que crees, la empatía se desarrolla o es innata en la personalidad de cada individuo? Realmente, podemos aprender a ponernos en el lugar del otro, o simplemente es algo que forma parte de la personalidad y que no se puede mejorar?
El mes que viene te lo cuento, hasta pronto¡¡