Hoy voy a hablarte de la tristeza. La tristeza es una emoción que, cuando aparece, lo inunda todo, ¿verdad? Tenías un montón de ideas y de planes, y de repente aparece esta emoción. A veces surge a causa de un suceso; otras veces, es por pensamientos negativos o recuerdos de nuestro pasado. Esta emoción puede convertirse en un obstáculo si no la sabemos gestionar.
Me encantaría tener una varita mágica, para evitarte este trago, pero ni siquiera yo la tengo.
¿Sabías que sentir tristeza es natural e intentar no sentirla solo nos provoca más dolor?
Está claro que en el artículo de hoy voy a hablarte de la tristeza como una emoción pasajera y funcional, y no como un trastorno, ya que son cosas diferentes. Debes tener en cuenta que una tristeza ocasional mal gestionada puede convertirse en un trastorno, pero si te parece, dejemos eso para otro día.
La tristeza, a diferencia de otras emociones más pasajeras, puede durar varios días, ya que casi siempre tiene que ver con cosas importantes: pérdidas de personas queridas, proyectos que no llegan a término, etc. Así que unos truquitos para sobrellevarla mejor pueden ser una buena idea:
Primero: Ábrete a lo que sientes y no luches contra ello. Cierra los ojos y dale cualidades a eso que sientes; imagínate que tiene una forma, un color, un tamaño e incluso un movimiento.
La tristeza suele ser paralizante. Por un lado, es interesante darse ese espacio de cuidado; acércate a las personas que te quieren, déjate cuidar e intenta no entrar en el bucle de pensamientos negativos que inundan tu mente.
Nuestro discurso y nuestros pensamientos suelen estar cargados de «peros». Procura localizarlos y cambiarlos por una «y». El «pero» te va a meter en un bucle aún más negativo, ya que está todo el tiempo generando contradicción y hace que tu mente, por sí sola, se quede más atrapada todavía.
Finalmente, es importante recordar que la tristeza es una emoción completamente natural. No debemos tenerle miedo ni intentar evitarla a toda costa. En lugar de eso, podemos aprender a convivir con ella, entenderla y utilizarla como una oportunidad para el autoconocimiento y el crecimiento personal.
Cada vez que superas un momento de tristeza, te haces más fuerte y más sabio. Así que, la próxima vez que te sientas triste, recuerda que no estás solo y que, con el tiempo y el cuidado adecuado, esta emoción también pasará.
Espero que estos consejos te sean útiles y te ayuden a ver la tristeza desde una perspectiva diferente. No dudes en compartir tus propias experiencias y estrategias en los comentarios. ¡Hasta la próxima!