¿Sabes cómo encontrar el para qué, cuando sientes emociones negativas?

Hoy como ya te adelantaba el mes pasado nos toca profundizar en la motivación positiva de las 3 emociones que hemos estado trabajando recientemente. ¿Recuerdas? Estas emociones son las que más intervienen en el victimismo y en una conducta agresivo-pasiva, la frustración, la ira y él enfado. Te voy a explicar como encontrar el para qué, de estas tres emociones y no quedarme solo con los consejos. Lo importante en el crecimiento personal y la psicología es tener herramientas, ya que la teoría sin práctica no sirve de nada.

Tal y como te he comentado hace un momento, la frustración, la ira y el enfado son las principales emociones que intervienen en el comportamiento pasivo-agresivo . Lo más importante para empezar es diferenciar estas emociones es saber cómo son, localizarlas en el cuerpo y entender su diferencias.

¿Sabes cuándo sientes frustración y qué es lo qué te quiere decir? ¿Reconoces la ira? ¿Te das cuenta que le ocurre a tu cuerpo cuando la sientes? ¿Qué te ocurre cuándo estas enfadado? ¿Realmente enfadarse sirve para algo? Hacerse preguntas sobre las emociones es necesario, lo que ocurre es que no siempre nos hacemos las más adecuadas.

Es bastante habitual recurrir a los porqués cuando sentimos emociones negativas. Por desgracia él porque es un callejón sin salida, cuando nos hacemos esta pregunta, solo conseguimos enredarnos en pensamientos y rumiaciones que nos generan más confusión y por lo tanto empeoran nuestro malestar emocional.

La solución es bastante sencilla, en realidad la pregunta es otra. Estoy segura que a estas alturas ya sabes cual es, por que lo he mencionado varias veces desde que he comenzado a hablarte de este tema ¿lo adivinas? ¡eso es! La pregunta adecuada es: ¿para qué?

¿Para qué siento malestar emocional? Las emociones tienen un sentido funcional, todas las emociones incluidas las emociones negativas, tal y como te comentaba en el post anterior, nos dan información y nos ayudan a tomar decisiones.

Después de esta breve explicación vamos a hacer un ejercicio. Es el momento de identificar estas tres emociones:

Cierra los ojos e intenta recordar una situación que te produzca frustración, normalmente la frustración se genera cuando no consigo lo que quiero o hay algo que no depende de mi al 100 %, casi siempre la frustración y el enfado van juntas ¿puedes sentirlas? ¿en qué se diferencian?

Cuando me frustro es porque no consigo lo que quiero, cuando me enfado es porque hay algo que me ofende, que me hace daño, no me gusta.

Céntrate  en la frustración ¿en que parte de tu cuerpo la sientes? ¿qué sensaciones corporales te produce? no pelees con nada de lo que estás sintiendo por desagradable que te parezca, mantente centrado en esas sensaciones respirando con tranquilidad.

Ahora pregúntale  a esa emoción que estas sintiendo, la frustración en este caso, ¿qué  quiere? ¿que te impulsa a hacer? ¿qué harías  si le obedecieras  enseguida?

La frustración te indica que por ahí no, busca otras opciones. ¡Ese es su para qué!

¿Lo has conseguido? ¿Te ha venido esa respuesta?

¡Enhorabuena!

Si no es así tranquilo, es lo normal, es cuestión de práctica y de entender que no tenemos que luchar contra lo que sentimos por malo que nos parezca.

Ahora lo mismo con el enfado y la ira ¿te atreves?

Si lo deseas puedes intentar este ejercicio con él enfado y con la ira: la ira es un emoción fuerte que a priori sin el acompañamiento de un profesional puede resultarte un poco difícil de gestionar.

La ira aunque intensa también tiene su motivación positiva y su para qué  y nos da una información muy útil. ¿Ya sabes que la ira es una emoción defensiva?. La ira tiene una energía fuerte que te impulsa a defenderte, a agredir.

¿Crees que agredir a los demás es su motivación positiva?

La ira puede aparecer tanto si alguien nos agrede de forma muy agresiva. Como por ejemplo arrancándome el bolso, o de forma mucho más leve, como rompiendo un plato de mÍ vajilla favorita, sin querer.

La ira aparece cuando  yo siento una pérdida de algo importante para mí, no siempre el otro lo hace con intención de herirme.

Así que la ira me invita a reflexionar  sobre lo que esta sucediendo y sobre el valor que tienen las cosas para mí. Me invita a reflexionar, respirar y relajarme, antes de actuar y tomar una decisión equivocada. Aunque de primeras el impulso es violento su motivación positiva nos invita a la reflexión y a la calma.

Este es una pequeña muestra de como trabajar con emociones complicadas que a priori, nos cuesta mucho sentir y aceptar que forman parte de nuestro día a día.

Si te interesa profundizar más en tus emociones o encuentras dificultades a la hora de realizar este ejercicio. Puedes preguntarme todas tus dudas, siempre que quieras a través del formulario de contacto, whatsapp, email etc. o solicitando una cita gratuita de valoración.

En el siguiente post voy a hablarte de la aversión y cómo interviene de forma negativa en tu bienestar emocional.

¡Hasta pronto!