¿Sabes Cómo Tomar Decisiones Sin Miedo a las Consecuencias?

¿Te sientes libre de tomar decisiones? ¿ O siempre estas pendiente de las posibles consecuencias?

Hoy quiero hablarte de algo bastante obvio que es la capacidad que tienes para responder ante tus propias decisiones, sean cuales sean las consecuencias. Ya que todas las decisiones que tomamos, aunque no siempre seamos conscientes de ello, tienen consecuencias.

Cómo ya sabes las consecuencias de nuestras decisiones en ocasiones son negativas y en otras ocasiones resultan positivas. Cuando son positivas es genial ¿verdad? El problema emocional surge cuando esas consecuencias son negativas, porque entonces nos invade la rabia, la frustración, la culpa etc. Para evitar sentirnos así, adoptamos una postura de control  que nos mantiene ansiosos y asustados cada vez que tenemos que tomar decisiones.

como tomar decisiones sin miedo a las consecuencias

¿Y si te digo que la mejor forma de tomar decisiones es que estés preparado para responder?

Adoptar una conducta adecuada sea cual sea la situación conflictiva que se haya producido, va a ser siempre tu mejor opción.

En crecimiento personal y psicología, siempre se habla de la importancia de hacerse responsable, para sanar y corregir comportamientos dañinos o tóxicos. Con saber que has de hacerte responsable no basta, es importante que sepas como se hace. El concepto de responsabilizarse es algo tan sencillo como entender, que se refiere a nuestra capacidad de responder, ante cualquier situación, consecuencia o decisión propia o ajena que nos afecte.

Dicho de otra forma: si sucede algo externo que no depende de ti, a causa de una decisión que has tomado, acertada o equivocada. Examina tu conducta, fíjate  en cómo está, te está afectando. Y haz los cambios oportunos para sentirte mejor, olvidándote de todo aquello que no depende de ti, ya que eso nunca podrás cambiarlo.

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Si te centras en los demás (en  buscar culpables),
tu malestar emocional sólo empeora.

La culpa solo hace que te metas más y más en el hoyo. La tendencia natural humana es empeñarnos en que el otro, o lo otro cambie y es aquí donde lo único que conseguimos es frustrarnos y sufrir.

Si no quieres tomar decisiones por miedo a equivocarte terminas dejando que otros decidan por ti, tus padres, tu pareja, tus profesores, tu jefe, tus amigos… si aciertan y además lo que opinan se parece a lo que opinas tu, genial¡¡ y qué ocurre si se equivocan o sus opiniones difieren de las tuyas, entonces es cuando les culpas de tus fracasos y comienzan los problemas. Tu autoestima baja y tu estado emocional empeora. Terminas culpando al mundo de todo lo que te pasa. Tus relaciones sociales se vuelven conflictivas, lo que los demás piensan de ti es demasiado importante.

Este comportamiento es aprendido y cómo todo lo aprendido lo podemos modificar con pautas nuevas.

Puede que en tu infancia hayas tenido que adaptarte a un entorno muy exigente en el que no se te ha permitido equivocarte, u otras circunstancias complicadas. A veces se trata de todo lo contrario, falta de atención, padres ausentes etc.

Ahora que ya eres un adulto, capaz e independiente, sea cual sea tu situación personal. Tienes la capacidad de responder ante cualquier decisión que tomes sea cual sea la consecuencia. No podemos controlar los resultados de todo lo que ocurre, estamos expuestos a todo tipo de situaciones y cuándo nos enfrentamos a lo negativo con valentía y responsabilidad nuestra autoestima sube como la espuma.

A veces no es suficiente solo con la teoría necesitamos trabajar y hacer ejercicios, para poder hacer cambios significativos en algunos comportamientos aprendidos en la infancia. Si te reconoces en algunos de los puntos que menciono en este artículo y quisieras profundizar un poco más, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

El miedo a equivocarnos es un comportamiento muy humano. La incertidumbre y no saber que nos depara el futuro, son grandes focos de ansiedad y problemas emocionales.